Audi R8 Spyder: cómo disfrutar a cielo abierto

14/10/2016

Audi R8 Spyder: cómo disfrutar a cielo abierto

(de Coches.net) (...)

La presentación del nuevo Audi R8 Spyder comenzaba en el Aeropuerto de El Prat, en Barcelona. Allí me subí al deportivo, y aunque el ambiente era fresco decidimos descapotarlo para disfrutar a cielo abierto de su conducción. Cuando aprietas el botón de arranque, el R8 Spyder te saluda con un rugido digno del más grande rey de la selva. Todo está listo para emprender la marcha.

Con el modo confort se puede practicar una conducción muy agradable. El escape no suena demasiado si no se le pisa con contundencia, las suspensiones son más agradables de lo que podrías esperar y los cambios de marcha se realizan de una forma muy suave. Además, las proporciones “contenidas” de este bicho no dificultan demasiado la circulación en ciudad. La verdad es que si no fuese por su consumo, la configuración biplaza y el poco maletero que tiene, me atrevería a decir que podría usarse como coche a diario. (...)

Tras varios kilómetros por autopista probando el sistema desconexión de cilindros y la circulación a vela, el ordenador de a bordo reflejó un consumo medio de 9,5 l/100 km, que no está mal teniendo en cuenta la gran cilindrada de este deportivo. Las cosas cambiaron cuando tomamos la salida del Bruc dirección Montserrat…


En el Audri Dive Select cambiamos a modo Dynamic. Al instante las suspensiones adquieren un papel determinante. Se endurecen y nos dejan sentir las irregularidades del terreno, la dirección adaptativa que montaba nuestra unidad de pruebas es ahora mucho más reactiva, las mariposas del tubo de escape se abren y dejan salir toda la furia del V10, el cambio es aún más rápido y mucho más brusco subiendo marchas y el “feeling” con el acelerador más sensible. El R8 Spyder se transforma y se convierte en un auténtico deportivo de pura cepa.

En este instante cerramos la capota, hacía frio y nos cayeron las primeras gotas. El asfalto estaba mojado pero eso no nos privó de practicar una conducción deportiva divirtiéndonos al volante. La seguridad que transmite es enorme, se come las curvas como si nada, incluso con el piso mojado. Me ha convencido totalmente.

En zonas más rápidas he podido comprobar todo el potencial de este estupendo V10 estirando las marchas. El empuje que proporciona a bajas vueltas es más que satisfactorio, con unos medios perfectos, pero es al sobrepasar las 6.000 vueltas cuando se deja llevar. En este punto se puede notar como trabaja a pleno rendimiento y los 540 Nm de par salen a relucir. Parece como si no se acabase nunca a la vez que empuja cada vez más y más. El corte de inyección se produce a 8.500 rpm y no, a menos que vayamos con el cambio manual y en modo confort, el cambio no introduce la marcha superior y se queda petardeando esperando que seamos nosotros, mediante la leva derecha del volante, quien le demos la señal para hacerlo.

Continuamos rodando por la zona de Moià, Arbúcies, y Tordera hasta llegar a Tossa de Mar. Allí cogimos la carretera de la costa hasta Lloret de Mar, pasando por algún tramo del antiguo rally del Catalunya-Costa Brava. Curvas, curvas y más curvas… y el depósito que se acababa. Llegamos a Lloret de Mar con casi en reserva, pero la jornada de pruebas así lo demandaba. El consumo medio ya os lo podéis imaginar: de 20 l/100 km para arriba. Y sin sobrepasar los límites legales, que no está el patio para bromas. Eso sí, conduciendo en marchas cortas.

Y es que el R8 Spyder así lo pide. Creo que cambié de marchas más veces que en los últimos 4 años, y sólo para escuchar los petardeos que provoca el escape al reducir y el V10 a pleno rendimiento.


El R8 Spyder vuelve en esta segunda generación con las pilas cargadas y con los deberes hechos. Ya nos gustó el R8 Coupé cuando lo condujimos en Montmeló, pero es que éste, además, te da la oportunidad de multiplicar las sensaciones al volante al rodar a cielo abierto disfrutando de su sonido.

 

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